Eva Bosch: catalana internacional en Londres

Perfil de una pintora y artista

Entrevista por Jona Doda, estudiante de LN122 Spanish Language and Society, 2014-2015 para el proyecto En un lugar de Loñdres.

Eva en su tallerNacida y criada en un pequeño pueblo cerca de Barcelona, Eva Bosch siempre encontró inspiración para su arte en sus orígenes. Eva llegó al Reino Unido en 1973.  Aunque actualmente vive y trabaja en Londres, ha vivido en otros países como Italia, Francia, España y Holanda. Ha sido artista en residencia en Turquia y Taiwan. Su taller en Peckham es pequeño,  lleno de colores profundos y cautivadores, imágenes oníricas extravagantes que cuelgan en las paredes, parecen salir del suelo, o están ocultas en una esquina. Juntas hablamos un poco sobre sus 40 años  en el Reino Unido, sus pensamientos sobre el mundo actual del arte y el destino de los artistas españoles de hoy que están siguiendo el mismo camino que ella en un momento de crisis.

¿Por qué decidiste venir al Reino Unido?

Llegué al Reino Unido en el 1973. En España, Franco todavía estaba vivo, murió dos años más tarde y la vida era realmente difícil. Y por eso vine aquí. La vida me dió una oportunidad y, después de poco tiempo de estar aquí, me di cuenta de que el sistema educativo era excelente. En esa época era posible conseguir becas. Primero, mientras trabajaba, terminé mi educación secundaria que no la había terminado en España, y después hice mi carrera, Bachelor of Arts en Chelsea College of Art, un Master en el Royal College of Art ambos en Londres y otro en el Rijksakademie van Beeldende Kunsten en Amsterdam. Siempre con becas. En esa época era posible conseguirlas.Y así empecé mi camino hacia el mundo de arte.

 ¿Qué desafíos enfrentaste al principio como una mujer artista extranjera en Londres?Alejandro Magno

Cuando empecé a estudiar en el Chelsea College of Art, un colegio muy moderno, no había ninguna diferencia entre ser mujer y hombre, al menos en la superficie. Quizás cuando entrabas más adentro en los intríngulis del mundo de arte, como ocurre en los mundos en los que  las mujeres son más marginadas, pero no era obvio.

Por otra parte, ser extranjera creo que fue un plus porque en las escuelas de arte daban la bienvenida a la gente nueva, a las nuevas ideas, entonces el extranjero era un exótico. Lo difícil era entrar en este mundo, pero cuando entrabas en el grupo, eras del grupo.

 ¿Cómo es el ambiente de arte en Londres en comparación con el de España o Barcelona en específico?

En la realidad, he tenido poca experiencia en Barcelona. Yo regresé a Barcelona en 1988, y estuve allí hasta el 1995. Mi contacto con el mundo del arte no fue tan profundo , en mi opinión, como lo fue aquí. Entonces compararlo es un poco injusto. Además en Barcelona, el número de las galerías de arte no es tan grande como aquí. Aparte de Barcelona, recuerdo que intenté a buscar una galería en Madrid.  Nadie me cerró las puertas, te escuchaban, miraban lo que estabas haciendo, pero de aquí a conseguir una exposición era mucho más difícil. Igual que aquí, quizás en cuanto a galerías era bastante comparable.

En algunos artículos escritos sobre ti, leí la palabra primitivo con bastante frecuencia. ¿Puedes comentar sobre esto?

Cuando hablo de primitivo me refiero al arte paleolítico neolítico, un arte que para mí es fascinante. Lo que ofrece el arte neolítico me interesa muchísimo más que lo que ofrece actualmente la mayoría del arte moderno. Es completamente distinto de lo que hizo Picasso, Miro, Velázquez pero hay paralelos, o sea, son imágenes que expresan algo muy profundo.

Eva entre la tecnología y el arte

¿Qué relación hay entre la tecnología y el arte en estos días?

Es imposible si eres un pintor, no fascinarte por todo lo que la tecnología ofrece y puede crear. Por ejemplo, yo trabajo en mi iPad, tengo mi iMac por allí, uso las cámaras fotográficas y filmádoras. Si te apasiona la imagen es muy difícil no entrar en el mundo de la tecnología. La tecnología ofrece una gran variedad de posibilidades. Pues, esto es lo bueno.

Lo malo, yo creo es que a veces la tecnología se confunde con el arte o viceversa. Se pueden hacer juegos tecnológicos que son muy interesantes y dices que ‘Ah mira, esto es una maravilla, fantástico!’ Son juegos de tecnología, como un niño, y esto me parece muy bien, es estupendo, y hay que seguir jugando pero hay que ser muy crítico también.

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