Artículo de opinión de Ella Roper-Marshall, estudiante de LN122 Spanish Language and Society, 2018-2019 para el proyecto En un lugar de Loñdres.
Desde principios de siglo, ha habido un rápido aumento de la población urbana en el Reino Unido y, por lo tanto, nuestras ciudades están cambiando. Los ayuntamientos locales y las inmobiliarias quieren regenerar las zonas ruinosas para promover la llegada de jóvenes profesionales en busca de viviendas urbanas. Sin embargo, a menudo, este proceso de regeneración está desplazando a las comunidades que han vivido y trabajado en estas zonas durante generaciones. El impacto suele ser mayor para las clases trabajadoras y las minorías étnicas. Este fenómeno de “gentrificación” ha tenido un gran impacto en Londres y, durante muchos años, la comunidad latinoamericana ha estado al frente de la lucha contra la “limpieza social” en la capital británica, a pesar de tener una historia relativamente corta en el Reino Unido.
La primera ola de inmigración latinoamericana llegó en los años ochenta. A menudo los inmigrantes solicitaban asilo político huyendo de los regímenes represivos de sus países. Desde los años noventa, muchos latinoamericanos más han emigrado por razones económicas. Además, la política migratoria de los EE. UU. después del 11-S y la crisis económica de 2008 han creado una tercera ola de inmigración.
Esta comunidad pasó en gran parte desapercibida hasta el trabajo de Cathy McIlwaine y su equipo en los informes ‘No Longer Invisible’ (2011) y ‘Towards Visibility’ (2016). Calcularon que había 225,000 latinoamericanos en el Reino Unido en 2013, de los cuales 145,000 viven en Londres. Estas comunidades están repartidas específicamente en las zonas de Lambeth y Southwark, asociadas con altos niveles de pobreza[i]. En los últimos años, las comunidades que viven y trabajan alrededor de los centros culturales y comerciales de Elephant and Castle y Seven Sisters en Haringey han luchado en contra de las propuestas de desarrollo para estas zonas. Los planes para regenerar la zona del mercado de Seven Sisters, conocido por los locales como ‘Pueblito Paisa’, han existido desde hace más de una década. Sin embargo, una orden de Compra Obligatoria (OCO) en 2016 hizo posible que se pudiera llevar a cabo [ii].